Ing. Saul Ameliach Orta: “Los Robots Colaborativos”

Corobot ARMAR-6: El hallazgo afortunado de un autómata

Según el equipo de investigación del MIT liderado por Julie Shah, ha demostrado que para el desarrollo de ciertas tareas es más eficiente el trabajo combinado de humano-máquina que humano-humano o máquina-máquina, pero esto podría cambiar con robots como ARMAR-6, cuando ya no necesita a un humano para aprender, sino que puede hacerlo por su propia cuenta.

A orillas de una ruta paramera, dos damas custodiaban la perturbada salud de un clásico Fiat 1. Era un vehículo de carrocería inmaculada, perfiladas líneas, cauchos bien dibujados, pintado de un tono rojo mate que daba la impresión de estar vestido con un taller de la diseñadora Fernanda Gattinoni. Varios portazos marcaron el fin del sereno rescate que comenzó en algún lugar de la carretera nacional entre Timotes y Valera. Samaritanos y damiselas olvidamos la razón por la que llegamos con insistencia al “Garaje Venezuela”, un taller mecánico ubicado entre la avenida Bolívar y la calle Caracas en la céntrica y trujillana Ciudad de las Siete Colinas.

Estamos en los Andes. Punto geográfico de fuerza y semántica mundial. De una oficina salió Paolo Cusati, un veterano mecánico nacido en Marina Di Camerota, quien décadas atrás trajo consigo de Palermo, Italia, el más inmaculado piso de granito que taller mecánico alguno haya lustrado. Caminó bordeando níveas paredes. Oteó la mica de su reloj Longines y giró levemente el cuello para mirar con severidad a los pulcros ayudantes que cepillaban con sonora intensidad las paredes de una cámara automotriz.

Para todos los fuereños fue un espectáculo. No había una sola gota de aceite en el piso. Los ayudantes principales eran sus hijos; los aprendices, jóvenes deseosos de instruirse con el mejor. La imagen emulaba la pulcritud del óleo "La lección de anatomía del Dr. Willem van der Meer”, del pintor Michael Jansz Van Mierevelt (Delft 1567-1641) exhibida en 1617 en la lejana Holanda.

Las damas y caballeros que nos congregamos en la sala de Atención al Cliente apoltronados en sofás de cuero negro, solo salimos de nuestro primer asombro cuando Paolo de Marina Di Camerota- como aún lo recordamos- introdujo su sueño de emancipación y nos hizo saber de la existencia de los robots ARMAR-6.

Proactivo y amigable: Ése es ARMAR-6

La fuerza andina, sumada a la disciplina edificada en la costa meridional italiana, hizo crecer la curiosidad. Paolo, tras diagnosticar la falla del Fiat 1 y ordenar su inmediata reparación, inició una amena conversación tomando como pie su afición por la tecnología. Dijo que tomó con sobriedad el arribo de la hibridación entre lo mecánico y las computadoras en el mundo del automovilismo: Llegó primero a las pistas de carrera donde hay mucho dinero, y que tarde o temprano, como pasó, llegó a los carros de paseo.

Con uno de los quinientos ademanes que los itálicos usan al conversar, hizo cerrar el círculo del diálogo para decir en voz baja: “A finales de enero llegó a mi teléfono una alerta de Twitter de MIT Tech Review ES, @techreview: ‘Conoce al #robot más inteligente para realizar trabajos manuales humanos: ARMAR-6 https://goo.gl/zZBhFt #Trabajo #InteligenciaArtificial’ “.

“Allí estaba, mirándome de frente”, dijo, “con un destornillador motorizado en la diestra”.

Con brazos verdes y cara blanca, Europa creó ARMAR-6, un robot capaz de asumir el trabajo manual humano.

El murmullo de Paolo no fue suficiente para que su séquito de iluminados mecánicos no escuchara lo que ya es un plan del que todos en el “Garaje Venezuela” saben. Los hijos del costeño intuyen que llegará el día en que deberán dejar sus gafetes en el ordenado escritorio de papá y abrir “tienda aparte”, porque más temprano que tarde llegarán embalados en cajas de pino al menos un trío de estos corobots.

El ARMAR-6 es un autómata que perfila como el ayudante robótico más avanzado a la fecha, y de acuerdo a usuarios referenciales de las fases de prueba, podría marcar el comienzo de una mayor intrusión robótica en trabajos de carácter manual.

Datos adicionales del corobot

Asegurada la operación de salvamento y con un camino que seguir adelante, en sigilo nos montamos en nuestro transporte, conectamos los alimentadores USB y en tablets, Smartphone y laptops nos trenzamos en la búsqueda de los datos facilitados por Paolo.

En efecto, un parco y preciso redactor de la MIT Technology Review, llamado Will Knight, en la sección de robótica desplegó un trabajo titulado: Europa crea el robot más capaz de asumir el trabajo manual humano. Knight es el editor principal de inteligencia artificial (AI) en MIT Technology Review y sobre ARMAR-6 dijo que es un corobot que responde de forma útil a comandos de voz simples. “Si le pide una llave inglesa, por ejemplo, le preguntará cuál antes de dársela. Los investigadores responsables también están probando estrategias para que éste sea capaz de analizar una escena y planear acciones complejas en tiempo real”.

En torno a esta pieza de complejidad neuronal, se tiene que saber que se está probando en un gran despacho altamente automatizado operado por Ocado, una tienda de comestibles en línea con sede en el Reino Unido. Ocado lideró un proyecto de siete millones de euros llamado Second Hands para desarrollar la tecnología subyacente. El hardware y el sistema de diálogo se desarrollaron en el laboratorio del investigador del Instituto de Tecnología de Karlsruhe en Alemania Tamim Asfour. El sistema de visión del robot proviene de la Universidad de Sapienza en Roma (Italia) y de University College de Londres (Reino Unido).

Es así que el sumario del trabajo de MIT precisa: ARMAR-6 responde de forma proactiva a las peticiones de sus compañeros y reacciona ante lo que están haciendo. Se trata de un gran avance con participación de Reino Unido, Italia y Alemania pero, ¿qué pasará cuando pueda hacerlo todo por su cuenta? También conocimos, asistidos por la traducción de Lisa Rushforth al español, que “los robots ya están asumiendo tareas cada vez más complejas dentro de fábricas y almacenes. De hecho, el Gobierno del Reino Unido está estudiando si los robots pueden contribuir a lidiar con la escasez de mano de obra provocada por el Brexit. Según un informe de la Federación Internacional de Robótica, una organización creada para promover la industria, se espera que la cantidad de robots instalados en todo el mundo aumente de 1.828.000 a fines de 2016 a 3.053.000 para 2020. Los robots colaborativos, o corobots, representan una proporción pequeña pero creciente de estas instalaciones.